H&M went overboard Tuesday night to celebrate its recent collaboration with Matthew Williamson, hosting a triple-decker blowout on a boat billed as the largest party yacht on the East Coast. A formation of white-clad sailors and sailorettes saluted guests boarding the Majesty at the South Street Seaport, and inside a retro-tropical main cabin fit for Carmen Miranda, Grace Jones took the stage. "I hear people are leaving already," she growled from behind a mask around a quarter to midnight. "Obviously, you don't know me!" She couldn't have been referring to Lucy Liu or Patricia Field, who took in the show on the thronged dance floor. Williamson, for his part, danced and did his man-of-the-hour thing with date Daria Werbowy behind a velvet rope in the back.
"I think I might have a boat party after this," Chanel Iman announced as she emerged from one of two photo booths, which were almost as popular as the waiters passing out piña coladas in real coconuts. The model won't be celebrating her 19th until December 1 but started planning on the spot, anyway: "We'll have lots of heaters." None needed on this night, of course. The balmy summer breezes had the likes of Anja Rubik and Helena Christensen modeling itsy-bitsy party frocks. Adrien Brody sported a tank top and board shorts. A bit casual, perhaps? "I dressed for the occasion," he shrugged.
Darrell Hartman

ZDJĘCIA dnia Wto Maj 05, 2009 15:19 0, w całości zmieniany 2 razy

Enloquece William Levy a mazatlecas
El actor cubano provoca una revolución femenina en el puerto

MAZATLÁN._ Tiene 29 anos de edad, mide 1.80 metros de altura, es dueno de un gran carisma, posee una belleza equiparable a la de un adonis, y por si fuera poco, William Levy tiene otro poder, volver locas a las mazatlecas.
El rubio actor provocó un furor que hace mucho no se veĂ­a en el puerto, al presentarse en dos funciones en la obra de teatro Un amante a la medida.
Ni la belleza de Gabriela Goldsmith, la galanura de Alexis Ayala o el cuerpazo de la actriz Fernanda López robaron la atención del pĂşblico femenino. Por dos horas, en la mente de las mazatlecas sólo estuvo un hombre, el galĂĄn de moda en las telenovelas, William Levy.
El cubano causó una tremenda revolución femenina, adolescentes, jóvenes y adultos le lanzaron una serie de piropos de distintos tonos. Muchos lo sonrojaron, otros lo hicieron reĂ­r al grado de esperar varios segundos para tener que calmarse.
El protagonista de Sortilegio apareció en el escenario y los gritos enloquecedores de las mazatlecas hicieron vibrar el Salón Las Flores. A nadie le importó si William convencĂ­a con su actuación, su belleza fĂ­sica pudo mĂĄs que cualquier demostración de talento.
Las frases de "papacito", "Estas bien bueno" o "Te amo" reinaron durante toda la función. Esas fueron leves, comunes, pero las que hicieron enmudecer al actor fueron los piropos picantes, la mayorĂ­a de ellos muy subidos de tono.
Las propuestas le "llovieron", durante la historia Gabriela Goldsmith le paga 5 mil pesos por sus servicios, mientras las mazatlecas gritaban que ofrecĂ­an una cantidad mayor con tal de llevĂĄrselo, en respuesta, el rostro de William se enrojecĂ­a.
Salió en ropa casual, en smoking, en toalla de baño. Con poca o mucha ropa, el cubano mantuvo a las presentes rayando en la demencia y los gritos de que se despojara de su atuendo abundaron durante la función.
Incluso, apareció enfundado en un nada favorable mameluco con la imagen del Pato Donald, pero aĂşn asĂ­ reinaron los silbidos. Unas le pidieron que les enseñara el "patito", otras le dijeron que eran Daisy, la patita que es pareja del popular personaje de Disney.
La historia de Un amante a la medida se basó en una serie de enredos provocados por Goldsmith, quien para librarse del acoso de su socio contrata a Levy para que finja ser su esposo, ya que su marido (Gabriel Varela) salió de viaje.
Sin embargo, el esposo de Goldsmith vuelve, pero no lo hace sólo, sino con su amante. Cuando llega a casa se encuentra con que Levy estĂĄ usurpando su lugar, pero no puede decir nada para que su mujer concrete su negocio.
Raymond (Alexis) tambiĂŠn lleva con ĂŠl a su supuesta esposa, Virginia (Luz MarĂ­a Jerez), quien al final de la historia queda descubierta como la amante de Raymond, al hacer su aparición la verdadera esposa (Lorena VelĂĄzquez).
Entre divertidas complicaciones, la historia se vuelve cada vez mĂĄs compleja, pero luego se demuestra que cada quien esconde un "pecado", por lo que nadie puede echar en cara algĂşn engaño.

EXTREMA SEGURIDAD
William Levy tuvo al menos seis guaruras para que resguardaran su entrada y salida del Salón Las Flores. Pese al extremo cuidado, el actor fue amable con la prensa y con todo aquel que logró acercarse a saludarlo.

CARA IMAGEN
A pesar de que tomarse una foto con William Levy tenĂ­a un costo de 500 pesos, mĂĄs de un centenar de damas hicieron fila para obtener una imagen de recuerdo con el actor cubano.

TRAE ALEXIS A SU NOVIA
La actriz que interpreta el papel de Mayte (Fernanda López), la amante de Federico (Gabriel Varela), es la novia del actor Alexis Ayala.

claudette dzięki za capsy



Monterrey.- William Levy resultó ser el “amante perfecto” para las regiomontanas.

Una comedia ligera, un gran reparto de actores y como cereza del pastel la actuación del artista cubano que resultó perfecto para que el Auditorio San Pedro luciera a su mĂĄxima capacidad, en donde anoche se presentó con gran ĂŠxito la puesta en escena “Un amante a la medida”.

El acento cubano de Levy derritió a las mujeres que se echaron un buen taco de ojo con el actor, que convirtió el escenario en una pasarela, en la que derrochó sensualidad y belleza, luciendo ropa casual, esmoquin y hasta mostró su torso desnudo, que provocó una ola de gritos entre las presentes, que hicieron vibrar el recinto.

QuizĂĄs William Levy no es un gran actor, pero para ser su primera vez en teatro le fue muy bien, aunque sus cualidades histriónicas poco importaron para las mujeres que gozaron de una velada al lado del galĂĄn de las telenovelas.

Tan sólo le bastaron unos cuantos segundos al cubano para echarse a la bolsa al sexo femenino, que festejó cada uno de sus movimientos con gritos, suspiros y candentes piropos.

La comedia resultó exquisita para el pĂşblico, ya que Levy estuvo cobijado por la actuación de artistas de la talla de Gabriela Goldsmith (Victoria), Alexis Ayala (Paul), Luz MarĂ­a Jerez, Lorena VelĂĄzquez, Alejandro Herrera y Fernanda López, cada uno se lució con sus respectivos personajes.

La puesta en escena es de enredos, en donde Alejandro, el personaje que interpreta William Levy, es un stripper que es contratado por Victoria (Goldsmith) para hacer el papel de marido que sale de viaje, pero regresa antes de lo previsto, lo que desata una serie de divertidas confusiones.

El contenido de la comedia poco interesó a la gente que con sus gritos no dejaban escuchar a nadie los diĂĄlogos de la obra, pues lo importante para ellas era ver en “vivo y en directo” al actor que en poco tiempo ha seducido con su presencia a las mexicanas.

A lo largo de una hora y media las personas pudieron apreciar la belleza del cubano, que provocó que muchas mujeres le gritaran “cĂĄsate conmigo” y “yo contigo sĂ­ engaño a mi marido”, piropos que celebró con tĂ­midas sonrisas el actor.

Levy enloqueció a las mujeres las ocasiones en que mostró su torso desnudo, y vaya que demostró que posee un cuerpo envidiable, que fue el deleite de las reunidas.

Sus diĂĄlogos, sus chistes y hasta su mĂ­nimo movimiento hizo que todo el auditorio se cimbrara con las ovaciones de sus admiradoras.

El cubano se lució al cien por ciento con su figura, ya que a nadie le importaba lo que dijera o si lo hacĂ­a bien o mal, sobre el escenario con una simple escenografĂ­a, pues la puesta se desarrolla en la sala, el actor de telenovelas provocó la locura de sus seguidoras.

Al terminar la segunda función de “Un amante a la medida” el actor se dedicó a tomarse fotografĂ­as con quien pagó 500 pesos por ello, y por supuesto que fueron muchas las chicas y señoras que no dudaron en pagar esa cantidad con tal de abrazar al cubano y llevarse la fotografĂ­a del recuerdo.

La trama

La historia sucede en el hogar de Victoria, un elegante lugar en el que los celos, engaños y pasiones se desatan a lo largo de una hora y media que dura la obra que se divide en dos actos.

“Un amante a la medida” narra las peripecias que debe enfrentar una pareja de amantes para no ser sorprendida, lo que se convierte en la diversión del pĂşblico que ademĂĄs de disfrutar de la belleza de Levy, tambiĂŠn pasa un rato agradable con el resto del elenco que lleva de una manera ligera y ĂĄgil la trama.

Sin embargo, la serie de mentiras que arma la pareja central de la producción, termina por ocasionarles muchos problemas, y vaya que no les lleva a nada bueno, ya que los enamorados comenzarĂĄn a caer en divertidas contradicciones que se robaron los aplausos de los reunidos.

Cualquier situación fue vĂĄlida para que William Levy mostrara su torso desnudo e hiciera suspirar al sexo femenino, que no pudo contener la emoción cuando lo vieron portar una bata, lo que fue suficiente para poner a gritar nuevamente al pĂşblico.
Lupita Elizondo